4 ¶ Y ellos, enviados por el Espíritu Santo, descendieron a Seleucia; y de allí navegaron a Chipre. 5 Y llegados a Salamina, anunciaban la palabra de Dios en las sinagogas de los judíos; y tenían también a Juan como asistente. 6 Y habiendo atravesado toda la isla hasta Pafos, hallaron un hombre sabio, falso profeta, judío, llamado Barjesús; 7 el cual estaba con el procónsul Sergio Paulo, varón prudente. Este, llamando a Bernabé y a Saulo, deseaba oír la Palabra de Dios. 8 Pero les resistía Elimas, el sabio (que así se interpreta su nombre), procurando apartar de la fe al procónsul. 9 Entonces Saulo, que también es Pablo, lleno del Espíritu Santo, poniendo en él los ojos, 10 dijo: Oh, lleno de todo engaño y de todo libertinaje, hijo del diablo, enemigo de justicia, ¿no cesarás de trastornar los caminos rectos del Señor? 11 Ahora pues, he aquí la mano del Señor está contra ti, y serás ciego, y no veas el sol por algún tiempo. Y luego cayeron en él obscuridad y tinieblas; y andando alrededor, buscaba quién le diese la mano. 12 Entonces el procónsul, viendo lo que había sido hecho, creyó, maravillado de la doctrina del Señor.