6
»Yo les hice pasar hambre en todas sus ciudades, y hubo falta de pan en todos sus pueblos, ¡pero ustedes no se volvieron a mí! —Palabra del Señor.
7
»También les detuve la lluvia tres meses antes de la siega. Sobre una ciudad hacía llover, y sobre otra no; en una parte llovía, y la parte donde no llovía se secó.
8
La gente de dos o tres ciudades venía a una sola ciudad para beber agua, pero no saciaban su sed. A pesar de eso, ¡ustedes no se volvieron a mí! —Palabra del Señor.
9
»Los herí con viento solano y con oruga. La langosta devoró la multitud de sus huertos y viñas, y sus higueras y olivares, ¡pero ustedes no se volvieron a mí! —Palabra del Señor.
10
»Envié contra ustedes mortandad, tal y como lo hice en Egipto. Maté a filo de espada a sus jóvenes; dejé que sus caballos fueran capturados, y además hice que el hedor de sus campamentos les llegara hasta las narices, ¡pero ustedes no se volvieron a mí! —Palabra del Señor.
11
»Los trastorné como cuando trastorné a Sodoma y Gomorra. a Hasta parecían un tizón retirado del fuego. ¡Pero ustedes no se volvieron a mí! —Palabra del Señor.
12 »Por lo tanto, Israel, voy a darte el trato que mereces; y puesto que así te voy a tratar, ¡prepárate, Israel, para encontrarte con tu Dios!»
13
¡Aquí está el que forma los montes!
¡Aquí está el Creador del viento!
¡El que nos da a conocer sus planes!
¡El que convierte en luz las tinieblas!
¡El que recorre las alturas de la tierra!
¡Su nombre es el Señor, Dios de los ejércitos!