19
El hombre me llevó después por la entrada que daba hacia la puerta, hacia las cámaras que daban al norte y que estaban consagradas para los sacerdotes, y allí, en el fondo del ala occidental, vi un lugar.
20
Entonces aquel hombre me dijo:
«En este lugar los sacerdotes cocerán la ofrenda por el pecado y por la expiación; cocerán aquí la ofrenda para no sacarla al atrio exterior, porque entonces el pueblo quedaría santificado.»
21
Luego me llevó al atrio exterior y me condujo por los cuatro rincones del atrio; y en cada rincón había un patio.
22
En los cuatro rincones del atrio había patios cercados, de veinte metros de largo y quince metros de ancho. Los cuatro patios medían lo mismo.
23
Alrededor de los cuatro había una pared, y alrededor de las paredes, por la parte baja, había fogones.
24
Entonces me dijo:
«Éstas son las cocinas donde los servidores del templo cocerán la ofrenda del pueblo.»