6 (H40-1) ENTONCES respondió Jehová á Job desde la oscuridad, y dijo:
7 (H40-2) Cíñete ahora como varón tus lomos; Yo te preguntaré, y explícame. 8 (H40-3) ¿Invalidarás tú también mi juicio? ¿Me condenarás á mí, para justificarte á ti? 9 (H40-4) ¿Tienes tú brazo como Dios? ¿Y tronarás tú con voz como él?
10 (H40-5) Atavíate ahora de majestad y de alteza: Y vístete de honra y de hermosura. 11 (H40-6) Esparce furores de tu ira: Y mira á todo soberbio, y abátelo. 12 (H40-7) Mira á todo soberbio, y humíllalo, Y quebranta á los impíos en su asiento. 13 (H40-8) Encúbrelos á todos en el polvo, Venda sus rostros en la oscuridad; 14 (H40-9) Y yo también te confesaré Que podrá salvarte tu diestra.
15 (H40-10) He aquí ahora behemoth, al cual yo hice contigo; Hierba come como buey. 16 (H40-11) He aquí ahora que su fuerza está en sus lomos, Y su fortaleza en el ombligo de su vientre. 17 (H40-12) Su cola mueve como un cedro, Y los nervios de sus genitales son entretejidos. 18 (H40-13) Sus huesos son fuertes como bronce, Y sus miembros como barras de hierro.
19 (H40-14) El es la cabeza de los caminos de Dios: El que lo hizo, puede hacer que su cuchillo á él se acerque. 20 (H40-15) Ciertamente los montes producen hierba para él: Y toda bestia del campo retoza allá. 21 (H40-16) Echaráse debajo de las sombras, En lo oculto de las cañas, y de los lugares húmedos. 22 (H40-17) Los árboles sombríos lo cubren con su sombra; Los sauces del arroyo lo cercan. 23 (H40-18) He aquí que él tomará el río sin inmutarse: Y confíase que el Jordán pasará por su boca. 24 (H40-19) ¿Tomarálo alguno por sus ojos en armadijos, Y horadará su nariz?
1 ¿SACARAS tú al leviathán con el anzuelo, O con la cuerda que le echares en su lengua? 2 ¿Pondrás tú garfio en sus narices, Y horadarás con espinas su quijada? 3 ¿Multiplicará él ruegos para contigo? ¿Hablaráte él lisonjas? 4 ¿Hará concierto contigo Para que lo tomes por siervo perpetuo? 5 ¿Jugarás tú con él como con pájaro, O lo atarás para tus niñas? 6 ¿Harán de él banquete los compañeros? ¿Partiránlo entre los mercaderes? 7 ¿Cortarás tú con cuchillo su cuero, O con asta de pescadores su cabeza? 8 Pon tu mano sobre él; Te acordarás de la batalla, y nunca más tornarás. 9 He aquí que la esperanza acerca de él será burlada; Porque aun á su sola vista se desmayarán. 10 Nadie hay tan osado que lo despierte: ¿Quién pues podrá estar delante de mí? 11 ¿Quién me ha anticipado, para que yo restituya? Todo lo que hay debajo del cielo es mío.
12 Yo no callaré sus miembros, Ni lo de sus fuerzas y la gracia de su disposición. 13 ¿Quién descubrirá la delantera de su vestidura? ¿Quién se llegará á él con freno doble? 14 ¿Quién abrirá las puertas de su rostro? Los órdenes de sus dientes espantan. 15 La gloria de su vestido son escudos fuertes, Cerrados entre sí estrechamente. 16 El uno se junta con el otro, Que viento no entra entre ellos. 17 Pegado está el uno con el otro, Están trabados entre sí, que no se pueden apartar. 18 Con sus estornudos encienden lumbre, Y sus ojos son como los párpados del alba. 19 De su boca salen hachas de fuego, Centellas de fuego proceden. 20 De sus narices sale humo, Como de una olla ó caldero que hierve. 21 Su aliento enciende los carbones, Y de su boca sale llama. 22 En su cerviz mora la fortaleza, Y espárcese el desaliento delante de él. 23 Las partes momias de su carne están apretadas: Están en él firmes, y no se mueven. 24 Su corazón es firme como una piedra, Y fuerte como la muela de abajo. 25 De su grandeza tienen temor los fuertes, Y á causa de su desfallecimiento hacen por purificarse. 26 Cuando alguno lo alcanzare, ni espada, Ni lanza, ni dardo, ni coselete durará. 27 El hierro estima por pajas, Y el acero por leño podrido. 28 Saeta no le hace huir; Las piedras de honda se le tornan aristas. 29 Tiene toda arma por hojarascas, Y del blandir de la pica se burla. 30 Por debajo tiene agudas conchas; Imprime su agudez en el suelo. 31 Hace hervir como una olla la profunda mar, Y tórnala como una olla de ungüento. 32 En pos de sí hace resplandecer la senda, Que parece que la mar es cana. 33 No hay sobre la tierra su semejante, Hecho para nada temer. 34 Menosprecia toda cosa alta: Es rey sobre todos los soberbios.