28 Y ahora, hijitos, perseverad en él; para que cuando apareciere, tengamos confianza, y no seamos confundidos de él en su venida. 29 Si sabéis que él es justo, sabed también que cualquiera que hace justicia, es nacido de él.
1 MIRAD cuál amor nos ha dado el Padre, que seamos llamados hijos de Dios: por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoce á él. 2 Muy amados, ahora somos hijos de Dios, y aun no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él apareciere, seremos semejantes á él, porque le veremos como él es. 3 Y cualquiera que tiene esta esperanza en él, se purifica, como él también es limpio.
4 Cualquiera que hace pecado, traspasa también la ley; pues el pecado es transgresión de la ley. 5 Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 6 Cualquiera que permanece en él, no peca; cualquiera que peca, no le ha visto, ni le ha conocido. 7 Hijitos, no os engañe ninguno: el que hace justicia, es justo, como él también es justo. 8 El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo. 9 Cualquiera que es nacido de Dios, no hace pecado, porque su simiente está en él; y no puede pecar, porque es nacido de Dios. 10 En esto son manifiestos los hijos de Dios, y los hijos del diablo: cualquiera que no hace justicia, y que no ama á su hermano, no es de Dios.