10 Mas en gran manera me gocé en el Señor de que ya al fin ha reflorecido vuestro cuidado de mí; de lo cual aun estabais solícitos, pero os faltaba la oportunidad. 11 No lo digo en razón de indigencia, pues he aprendido á contentarme con lo que tengo. 12 Sé estar humillado, y sé tener abundancia: en todo y por todo estoy enseñado, así para hartura como para hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. 13 Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
14 Sin embargo, bien hicisteis que comunicasteis juntamente á mi tribulación. 15 Y sabéis también vosotros, oh Filipenses, que al principio del evangelio, cuando partí de Macedonia, ninguna iglesia me comunicó en razón de dar y recibir, sino vosotros solos. 16 Porque aun á Tesalónica me enviasteis lo necesario una y dos veces. 17 No porque busque dádivas; mas busco fruto que abunde en vuestra cuenta. 18 Empero todo lo he recibido, y tengo abundancia: estoy lleno, habiendo recibido de Epafrodito lo que enviasteis, olor de suavidad, sacrificio acepto, agradable á Dios. 19 Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme á sus riquezas en gloria en Cristo Jesús. 20 Al Dios pues y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén.