12 Cuando vine á Troas para el evangelio de Cristo, aunque me fué abierta puerta en el Señor, 13 No tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado á Tito mi hermano: así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia.
14 Mas á Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo Jesús, y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo lugar. 15 Porque para Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden: 16 A éstos ciertamente olor de muerte para muerte; y á aquéllos olor de vida para vida. Y para estas cosas ¿quién es suficiente? 17 Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios: antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo.