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Gen. Rev.
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Ask a Question»El que es confiable en lo poco, también lo es en lo mucho; y el que no es confiable en lo poco, tampoco lo es en lo mucho.
porque el esposo es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
El primer hombre es terrenal, de la tierra; el segundo hombre, que es el Señor, es del cielo.
El Señor es mi fortaleza y mi cántico;¡el Señor es mi salvación!Él es mi Dios, y lo alabaré;es el Dios de mi padre, y lo enalteceré.
El que es astuto, ve el peligro y se esconde;el que es ingenuo, sigue adelante y es afectado.
Dulce es su paladar. ¡Todo él es codiciable!Así es mi amado, doncellas de Jerusalén;¡así es mi amigo!»
Quien es chismoso da a conocer el secreto;quien es ecuánime es también reservado.
Ester respondió:«Ésta es mi petición. Éste es mi deseo:
La mujer insensata es provocativa;es insulsa e ignorante.
Pero el Dios que es la porción de Jacob, y cuyo nombre es el Señor de los ejércitos, no es así; él es quien ha hecho todo, y el pueblo de Israel es su herencia.
para enseñar al pueblo lo que es puro y lo que es impuro. Ésta es la ley acerca de la lepra.
El Señor es nuestro juez. El Señor es nuestro legislador. ¡El Señor es nuestro Rey, y él mismo nos salvará!
Porque en este caso es verdad lo que dice el dicho: “Uno es el que siembra, y otro es el que siega.”
Aunque la verdad es que sí es mi hermana. Es hija de mi padre, pero no hija de mi madre. Por eso la tomé por esposa.
¿Acaso Dios es solamente Dios de los judíos? ¿No es también Dios de los no judíos? Ciertamente, también es Dios de los no judíos.
Pero quiero que sepan que Cristo es la cabeza de todo hombre, y que el hombre es la cabeza de la mujer, y que Dios es la cabeza de Cristo.
Mi amado es, entre los jóvenes,como el manzano entre los árboles silvestres.Sentarme a su sombra es un deleite;¡cuán dulce es su fruto a mi paladar!
¿Quién es ciego, sino mi siervo? ¿Quién es sordo como el mensajero que envié? ¿Quién es ciego como mi escogido, como el siervo del Señor?
Jesús respondió: «Si yo me glorifico a mí mismo, mi gloria nada es; pero el que me glorifica es mi Padre, el que ustedes dicen que es su Dios.
Yo sé, y confío en el Señor Jesús, que nada es impuro en sí mismo; pero si alguien piensa que algo es impuro, lo es para él.