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Gen. Rev.
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Ask a QuestionLos hijos de Esdras fueron Jéter, Mered, Efer y Jalón. Esdras fue también padre de María, de Samay y de Isbaj, el padre de Estemoa.
de Esdras, Mesulán; de Amarías, Johanán;
Azarías, Esdras, Mesulán,
Ésta es la copia de la carta que el rey Artajerjes entregó al sacerdote Esdras, profundo conocedor de los mandamientos y estatutos que el Señor había dado a Israel:«De Artajerjes, rey de reyes, a Esdras, sacerdote y escriba erudito en la ley del Dios del cielo. Paz.
Y dijo Dios: «¡Que haya luz!» Y hubo luz.
Este Esdras salió de Babilonia, y era un escriba con amplios conocimientos de la ley que el Señor y Dios de Israel le había dado a Moisés. El rey Artajerjes le concedió a Esdras todo lo que éste le pidió, porque el poder del Señor estaba con él.
Cuando Esdras llegó a Jerusalén, corría el quinto mes del séptimo año del reinado de Artajerjes.
Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día quinto.
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
Dios llamó «cielos» a la bóveda. Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día segundo.
Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día cuarto.
Ésta es la lista de los sacerdotes y levitas que volvieron de Babilonia con Zorobabel hijo de Salatiel, y con Josué:Seraías, Jeremías, Esdras,
Todos ellos vivieron en los días de Joyacín hijo de Josué y nieto de Josadac, cuando Nehemías era gobernador y Esdras fungía como escriba y sacerdote.
Y vio Dios que la luz era buena, y separó Dios la luz de las tinieblas;
Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día tercero.
¡Que sirvan de lumbreras en la bóveda celeste, y que alumbren sobre la tierra!» Y así fue.
Y las puso Dios en la bóveda celeste, para que alumbraran sobre la tierra,
Y Dios hizo una bóveda, y parte de las aguas quedaron arriba de la bóveda, y parte de las aguas quedaron abajo. Y así fue.
Y Dios hizo las dos grandes lumbreras: el sol, para ser el rey del día, y la luna, para ser la reina de la noche. Además, hizo las estrellas.
a la luz, Dios la llamó «Día», y a las tinieblas las llamó «Noche». Cayó la tarde, y llegó la mañana. Ése fue el día primero.